-Muy gracioso, sí era mía -la respuesta de Thanatos había llamado su atención- Bah, te la regalo -gruñó al ver su toalla chamuscada.
- Suerte con tu cuñada -
-Supongo que gracias -masculló, ya vería como cobrarle lo de su toalla- ¡Argh! -se dio la media vuelta y se alejó de las chicas, cierto morbo comenzaba a hacer acto de presencia y lo mejor era alejarse, su mejor distracción sería el trampolín.
-¿Sabes?... Eres tan tierna... y no podemos permitir esta linda piel se dañe por el sol... te gustaría que te ponga un poco de bronceador?
-S-Sí... -murmuró tímida volviendo a sonrojarse, mientras se volteaba para darle la espalda y se agarraba el cabello dejando al descubierto su piel- Por favor -cerró sus ojos.
Atenea sonrió muy gentilmente. una expresión bastante rara en su rostro. Tomó un poco de bronceador que llevaba por si se animaba a asolearse y puso un poco en sus manos. Comenzó por la espalda, tocaba la piel de la chica con mucha delicadeza y por su mente solo pasaban pensamientos como "esto es amor a primera vista, acabo de conocerla y estoy en la gloria, ojalá esto nunca acabe". Bajaba y subía por la línea de la espalda hasta hacer desaparecer el color blanco del bronceador.
Continuó con los hombros, ahora no solo aplicaba al bronceador, sino que masajeaba el cuello de Aura con suavidad. Sus manos no eran del tipo "masajista" pero hacía lo mejor que podía para satisfacer a la peliazul. Juntó su cuerpo con el de ella y la abrazó por la espalda solo para bajar por la extensión de sus brazos hasta llegar a sus manos y entrelazar sus dedos con los de ella.
Recargó su barbilla en el hombro de la chica mientras miraba sus senos. -¿Puedo?- Pidió permiso para poner bronceador en el pecho de la otra.
Temblaba y soltaba leve suspiros con cada sutil caricia que su nuevo amor le brindaba al colocarle el bloqueador y había cerrado los ojos para disfrutar aún más cada toque. Cuando Atenea llegó a sus manos y entrelazó sus dedos sintió una corriente eléctrica recorrerle el cuerpo e hizo a un lado su cabeza para que se acomodara mejor sobre su hombro.
-¿Puedo?-
-¿Eh? -en esos momentos abrió sus ojos para mirarla y luego mirar hacia donde ella miraba... se puso como tomate- Pu-Pues.... -se encogió un poco, había notado las miradas de todos y eso la cohibió.
Atenea mostró una sonrisa juguetona. Al parecer las chicas no la intimidaban tanto como los varones. -Sería muy extraño que ésta área tenga un color de bronceado distinto- Soltó una de las manos de la otra solo para tomar la botella de bronceador y poner un poco en la mano de la chica que aún sostenía. Miró a la audiencia que se encontraba en la alberca-...también entiendo que quieras hacerlo con tus propias manos- Le susurró al oído antes de tomar nuevamente ambas manos de Aura y llevarlas a recorrer su propio pecho.
La abrazó por la espalda otra vez. -Hermosa Aura eres tan suave- Tallaba su mejilla contra la de Aura como si fuera un gato- Te amo tanto!-
Dejaba que Atenea la guiara ya que sus propios nervios no le permitían hacer movimiento alguno, claro que el tocarse a sí misma no causaba los mismos efectos que ser tocada por manos ajenas.
-Hermosa Aura eres tan suave... Te amo tanto!-
La sentía como si fuese una gatita retregándose en la mejilla de su amo pidiendo cariño, tantas atenciones y mimos la estaban adormeciendo, desde su llegada no había podido dormir bien por el temor que le causaba su compañero de habitación.
-Yo... también... te.... - No hacía falta terminar la frase, Atenea pudo completarla en su mente. Acomodó a Aura en su regazo hizo a un lado su flequillo y le dio un suave beso en los labios. Eran cálidos.
A pesar de su bloqueador con factor infinito sentía como el sol la quemaba. Decidió ponerse su sombrero de nuevo y miró a la peliazul. -Al parecer tampoco pudiste dormir bien anoche- Seguía jugando con el cabello de la otra- pero me pregunto como logras dormir en un sitio como este- Acariciaba constantemente su mejilla mientras una expresión de curiosidad la llenaba por dentro.
Miró a otras personas en la alberca, un grupito estaba muy interesado en las acciones de ellas. Atenea les lanzó una mirada de ira para intimidarlos, eso le funcionaba todo el tiempo.
Dormía plácidamente acomodada sobre el regazo de atenea pero fueron unos rayos de sol (por el movimiento que hizo Atenea ara mirar a otro lado) los que golpearon su rostro e impidieron que su sueño continuara, apretó los párpados y abrió un poco los ojos.
-¿Mh? -enfocó bien su vista hacia Atenea que pretendía volver a besarla y...- ¡¡AAAHHHHHH!! -la empujó y se apartó de ella- ¿¡Q-Qué ha-haces!? -le preguntó asustada, el efecto del poder de Eros ya había pasado en ella.
Dejo escapar un pequeño y agudo grito, por el susto. En seguida se recobró y se preguntó porque Aura estaba tan lejos de ella. -Has despertado, hermosa Aura- La abrazó de nuevo invadiendo su espacio personal - Extrañé escuchar tu voz estos últimos 5 minutos, pero te veías tan linda durmiendo que no tuve el valor de despertarte- Acarició su cabello con suavidad antes de acercar su rostro al de la peliazul con toda la intensión de plantarle un beso en los labios- Eres mi único y verdadero amor- Le dijo cerrando los ojos y juntando sus labios con los de la otra.
-Has despertado, hermosa Aura. Extrañé tu voz estos últimos 5 minutos, pero te veias tan linda durmiendo que no tuve el valor de despertarte
-¿Qué, c-c.omo dices? -la miraba asustada y nerviosa por la forma en que le hablaba y acariciaba.
-Eres mi único y verdadero amor
-¿Cómo... Cómo puedes decir eso si ape...? Mmmhhh mmhhh -mientras era besada se rebatió entre sus brazos y luego la apartó- ¡Basta! -como pudo se levantó de su regazo y se alejó- N-No se que haya pasado pero... Pero no hagas eso -le dijo toda sonrojada- Tú a mi no me gustas, no... ¡No me gustan las chicas! -cerró sus ojos con fuerza al momento de decir aquello.
- N-No se que haya pasado pero... Pero no hagas eso -le dijo toda sonrojada- Tú a mi no me gustas, no... ¡No me gustan las chicas! -
Atenea se puso de pie y escuchó todo lo que la chica decía. -Aura, tu...- Caminó unos pasos hacia ella lentamente- ...estás confundida, es obvio que somos la una para la otra, el amor no tiene barreras de género!- Le sonrió amistosamente y empezó a seguirla MUY cerca del borde de la alberca- Yo te amo más que a nada y daría mi vida por ti- La tomó de la mano- Hablo en serio-
-Aura, tu... estás confundida, es obvio que somos la una para la otra, el amor no tiene barreras de género!-
-¡No, la que está confundida eres tú! -retrocedió los pasos que avanzó la otra- ¡Yo no estoy enamorada de ti!
Yo te amo más que a nada y daría mi vida por ti. Hablo en serio.
-¡Sueltame! -no se dio cuenta de que había llegado al borde de la alberca y por retroceder un paso más, perdió el equilibrio- ¡AAAAAAHHHHHHH! -pegó el grito y en su desesperación por aferrarse a algo agarró la muñeca de Atenea y se la llevó. Ambas cayeron inevitablemente dentro de la alberca. Aura inconscientemente la soltó y pataleó para subir a la superficie y poder tomar aire.
Atenea estaba muy contenta de que Aura tomara su mano. Un montón de sensaciones invadieron su cuerpo... en realidad lo que sentía era el agua fría de la alberca cubrirla completamente, pero no perdió su estúpida sonrisa de enamorada. Estaba perdida en pensamientos de amor hasta que tocó el fondo de la alberca con el trasero.
Miró hacia arriba con una visión borrosa de los rayos del sol y perdió todo el aire. En ese momento el hechizo de Eros se rompió. Empezó a patalear desesperada a la superficie, no era taaaan profundo, pero no tenía idea de como flotar. Su solución fue dar un gran salto a la superficie y agarrarse del borde de la alberca casi clavando los dedos en el azulejo. Se quedó en shock unos segundos respirando agitada. Su cabello le cubría la cara como de costumbre solo dejando ver uno de sus ojos.
Aún enganchada al borde de la alberca miró a Aura a un lado de ella y se sonrojó como un tomate, recordaba perfecto todo lo que le había hecho a la chica. -L-LO SIENT!!...- le gritó antes de soltar por accidente la orilla de la alberca y hundirse de nuevo en medio de un montón de burbujas y pataleos.
A diferencia de Atenea ella no tuvo problema en salir a la superficie, de no ser por las clases que le había dado su hermano otra sería la historia. Alcanzó la orilla y salió de la alberca tosiendo, había tragado un tanto de agua por gritar.
-L-LO SIENT!!...-
Volteó a verla justo en el momento en el que volvía a caer dentro del agua.
-¡¡ATENEA!! -gritó todo lo fuerte que le permitió su garganta lastimada. Estiró su mano como si con eso pudiera alcanzarla y aunque quiso hacer algo el terror de verla hundirse no le permitió mover ni un solo músculo- ¡ATENEA!
Desde el otro lado de la orilla pudo escuchar los gritos de su hermana, había dejado de mirarlas luego de beber su martini y recostarse a tomar el sol, se sentó como si algo le hubiese pinchado la espalda y se dio cuenta de lo que sucedía. No lo pensó ni dos veces y se lanzó al agua para ir a rescatarla.
Braceó y pataleó lo más rápido que pudo y aunque bajo el agua todo se veía borroso logró dar con ella, la tomó entre sus brazos y ahora nadó hacia la superficie, con la ayuda de Aura que por fin había reaccionado la colocaron sobre el piso, cerca de la orilla. Poseidón salió del agua y al ver que no reaccionaba, le aplicó ejercicios de reanimación presionando su pecho y dándole respiración de boca a boca.
-Vamos... despierta -le decía volviendo a "besarla".
Poseidón: Casi no he entrado ni he puesto nada porque soy un hombre muy ocupado, el entrenamiento me consume () (osease el trabajo y ediciones de manga XD)
Feb 20, 2014 21:43:57 GMT -5
Dionisio: pecadoreeeeees desvergonzadosssssss ;D
Feb 23, 2014 1:39:47 GMT -5